Un día de boda con la luz del atardecer haciendo su aparición y un delicioso convite situado en los jardines de un antiguo cortijo. Combina el encaje y los detalles florales, con vestidos de aires 60's. Ondas clásicas, culminadas en un moño bajo, y pendientes de aro en tonos dorados, siempre finos y pequeños, la convierten en una novia de estilo vintage con un charme exquisito. O una melena tocada por una corona de flores que se pierde entre las gasas del vestido. Todo parece sacado de un cuento de hadas.
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