Bajas temperaturas y vestidos que respiran confortabilidad y glamour. Así es la novia con la que soñamos durante el frío invierno.
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Un abrigo de piel sumamente confortable. Un velo tupido destinado a proteger cada centímetro de la piel. Un tocado construído a partir de flores que solo crecen en invierno.
Las flores más enigmáticas brotan durante el invierno.
Pequeñas hojas y ramitas secas tratan de filtrarse a través de los recovecos de un vestido plagado de detalles.
Cuando un vestido de pedrería se encuentra con una chaqueta de visón blanco en un enlace en un rancho de Montana. La belleza de un emplazamiento único se apodera del look nupcial (invernal) más inspirador. Cuello de zorro a modo de sombrero.
Tacto suave y perfecto. Lana y seda ejecutan su encuentro.Chaqueta de visón blanco, de El Corte Inglés.
La piel también se apodera de los detalles más imperceptibles, como un pequeño pompón añadido al zapato.
Puntos de encuentro. Un cinturón que une tres prendas destinadas a entenderse en el perfecto look de novia invernal.
Las joyas xl también tienen cabida en la campiña inglesa.
Momentos perfectos y en armonía con el entorno. Así fluye la cola de encaje de la novia.
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