Una vez realizada la boda, ya sea por la iglesia o por lo civil, las fotos estén hechas y el convite toque su fin, es el momento ideal para que la novia cambie su traje, ya que de este modo disfrutara mas de su boda.
Tras el baile nupcial, lo típico en las bodas es que la novia cuente con un segundo traje para poder cambiarse libremente y tener así una libertad mas amplia en movimientos. Así pues, aunque el hecho de comprar un segundo vestido mas cómodo suponga un gasto extra, siempre será menos costoso que el elegido para la ceremonia, por lo que merecerá la pena para que gocéis al máximo de vuestro día, sin miedo de que se estropee o quede deteriorado.
Del mismo modo, como es normal, hay muchas novias que optan por elegantísimos vestidos que llevan colas largas o mas recortadas, pero que de una forma u otra suelen rozar el suelo, con lo que es mas fácil que con el paso de las horas se vayan estropeando. Por lo tanto, esta opción del segundo traje es de gran importancia.
Otra de las cosas por las que es casi esencial poder cambiarse tras la ceremonia, es porque para bailar es muy complicado moverse con un traje de novia. Asimismo, la elección del traje sustitutivo para la novia, dependerá del gusto de cada una, teniendo siempre en cuenta el lugar donde se celebra y el tipo de celebración. Así que podréis comprar sin miramiento elegantes trajes de fiesta o un vestido de noche si la boda se celebra a media tarde.
Por ultimo, comentar que aunque llevéis un traje alternativo, el maquillaje y los zapatos deben estar acordes con el momento y el traje que elijáis, pero todo mucho mas cómodo que al comienzo de la boda.
Fuente:consejosbodas
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